Descripción: Una fuga de recursos ocurre cuando un programa no libera los recursos que ha adquirido, lo que lleva a una disminución del rendimiento. Este fenómeno puede manifestarse en diferentes niveles de un sistema informático, siendo particularmente crítico en la interacción entre diferentes modos de operación, como el modo kernel y el modo usuario. En el modo kernel, que es el nivel más privilegiado de operación, el sistema operativo tiene acceso completo a todos los recursos del hardware. Cuando un programa en este modo no libera adecuadamente recursos como memoria, descriptores de archivos o conexiones de red, puede provocar que otros procesos no tengan acceso a esos recursos, lo que resulta en un rendimiento degradado o incluso en bloqueos del sistema. Por otro lado, en el modo usuario, donde las aplicaciones operan con permisos restringidos, las fugas de recursos pueden llevar a un consumo excesivo de memoria o a la saturación de recursos, afectando la estabilidad y la eficiencia del sistema. Las fugas de recursos son problemáticas porque pueden ser difíciles de detectar y diagnosticar, a menudo requiriendo herramientas especializadas para su identificación y resolución. La gestión adecuada de recursos es esencial para mantener la salud y el rendimiento de un sistema informático, y las fugas pueden ser un indicador de problemas más profundos en la programación o en la arquitectura del software.
