Descripción: El gas natural es un combustible fósil que se compone principalmente de metano, un hidrocarburo simple. Se encuentra en yacimientos subterráneos, a menudo asociado con depósitos de petróleo, y se considera una fuente de energía más limpia en comparación con el carbón y el petróleo. Su combustión produce menos dióxido de carbono y otros contaminantes, lo que lo convierte en una opción atractiva en la transición hacia fuentes de energía más sostenibles. Además, el gas natural puede ser utilizado en diversas aplicaciones, desde la generación de electricidad hasta el calentamiento de hogares y la industria. Su versatilidad y menor impacto ambiental lo posicionan como un componente clave en la matriz energética global, especialmente en un contexto de creciente preocupación por el cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Historia: El uso del gas natural se remonta a la antigüedad, pero su explotación comercial comenzó en el siglo XIX. En 1821, William Hart fue pionero en la perforación de un pozo de gas en Nueva York, lo que marcó el inicio de la industria del gas. A finales del siglo XIX, el gas natural comenzó a ser utilizado para la iluminación de calles y hogares. Con el tiempo, su uso se expandió a la generación de electricidad y calefacción. En la década de 1950, el gas natural se consolidó como una fuente importante de energía en muchos países, impulsado por el desarrollo de infraestructuras de transporte y distribución.
Usos: El gas natural se utiliza en una variedad de aplicaciones, incluyendo la generación de electricidad, calefacción de hogares, cocción de alimentos y como materia prima en la industria química. También se emplea en la producción de hidrógeno y como combustible para vehículos, especialmente en autobuses y camiones. Su uso en plantas de energía permite una generación más eficiente y menos contaminante en comparación con el carbón.
Ejemplos: Un ejemplo del uso del gas natural es su aplicación en plantas de ciclo combinado, donde se utiliza para generar electricidad de manera eficiente. Otro caso es el uso de gas natural comprimido (GNC) como combustible en vehículos, que reduce las emisiones en comparación con la gasolina o el diésel. Además, muchas industrias utilizan gas natural como fuente de energía para procesos de producción, como la fabricación de fertilizantes.
