Gastrostomía percutánea endoscópica

Descripción: La gastrostomía percutánea endoscópica (GPE) es un procedimiento médico que permite la colocación de un tubo de alimentación directamente en el estómago a través de la pared abdominal, utilizando técnicas endoscópicas. Este procedimiento se realiza bajo sedación y con la ayuda de un endoscopio, un instrumento que permite visualizar el interior del cuerpo. La GPE es especialmente relevante para pacientes que no pueden alimentarse por vía oral debido a diversas condiciones médicas, como enfermedades neurológicas, cáncer o trastornos de la deglución. La colocación del tubo de gastrostomía proporciona una vía segura y efectiva para la administración de nutrientes, líquidos y medicamentos, facilitando así el manejo nutricional de estos pacientes. Además, la GPE se considera menos invasiva en comparación con la gastrostomía quirúrgica tradicional, lo que reduce el tiempo de recuperación y las complicaciones asociadas. Este procedimiento ha ganado popularidad en el ámbito clínico debido a su eficacia y a la mejora en la calidad de vida de los pacientes que requieren soporte nutricional a largo plazo.

Historia: La gastrostomía percutánea endoscópica fue desarrollada en la década de 1980 por el Dr. Michael A. Gauderer y su equipo en el Hospital de Niños de la Universidad de Carolina del Norte. Este procedimiento revolucionó la forma en que se administraba la nutrición a pacientes con dificultades para alimentarse, ofreciendo una alternativa menos invasiva a la gastrostomía quirúrgica tradicional. Desde su introducción, la GPE ha evolucionado y se ha estandarizado, convirtiéndose en una práctica común en hospitales de todo el mundo.

Usos: La gastrostomía percutánea endoscópica se utiliza principalmente para proporcionar soporte nutricional a pacientes que no pueden alimentarse por vía oral. Esto incluye a personas con enfermedades neurológicas, como esclerosis lateral amiotrófica (ELA), accidentes cerebrovasculares o condiciones oncológicas que afectan la capacidad de tragar. También se emplea en pacientes con trastornos gastrointestinales que impiden la ingesta adecuada de alimentos.

Ejemplos: Un ejemplo del uso de la gastrostomía percutánea endoscópica es en pacientes con ELA, quienes pueden perder la capacidad de tragar a medida que avanza la enfermedad. Otro caso sería en pacientes con cáncer de cabeza y cuello, donde la radioterapia puede causar dificultades severas para alimentarse. En ambos casos, la GPE permite una nutrición adecuada y mejora la calidad de vida.

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