Descripción: La gestión de continuidad del negocio (BCM, por sus siglas en inglés) es un enfoque estratégico que permite a las organizaciones planificar y prepararse para posibles interrupciones en sus operaciones. Su objetivo principal es garantizar que las funciones críticas del negocio puedan continuar, incluso en situaciones adversas como desastres naturales, fallos tecnológicos o crisis sanitarias. Esta gestión implica la identificación de riesgos, la evaluación de su impacto y la implementación de medidas preventivas y de respuesta. Las características clave de la BCM incluyen la creación de un plan de continuidad que detalle los procedimientos a seguir en caso de una interrupción, la formación del personal para que esté preparado ante emergencias y la realización de simulacros para probar la efectividad de los planes establecidos. La relevancia de la gestión de continuidad del negocio radica en su capacidad para proteger los activos de la empresa, mantener la confianza de los clientes y asegurar la sostenibilidad a largo plazo. En un entorno empresarial cada vez más complejo y lleno de incertidumbres, la BCM se convierte en una herramienta esencial para mitigar riesgos y garantizar la resiliencia organizacional.
Historia: La gestión de continuidad del negocio comenzó a tomar forma en la década de 1970, cuando las empresas comenzaron a reconocer la necesidad de prepararse para desastres y crisis. Sin embargo, fue tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 que la BCM ganó una atención significativa, impulsando a muchas organizaciones a desarrollar planes más robustos para enfrentar emergencias. A lo largo de los años, la BCM ha evolucionado para incluir no solo la recuperación ante desastres, sino también la gestión de riesgos y la planificación estratégica.
Usos: La gestión de continuidad del negocio se utiliza en diversas industrias, incluyendo finanzas, salud, tecnología y manufactura. Se aplica para garantizar que las operaciones críticas puedan continuar durante y después de una crisis, minimizando el impacto en los ingresos y la reputación de la empresa. Además, muchas organizaciones implementan BCM para cumplir con regulaciones y estándares de la industria que exigen planes de continuidad.
Ejemplos: Un ejemplo de gestión de continuidad del negocio es el plan implementado por una institución financiera que, tras un ciberataque, logró restaurar sus operaciones en menos de 24 horas gracias a un plan de recuperación bien estructurado. Otro caso es el de una empresa de manufactura que, tras un desastre natural, utilizó su plan de continuidad para reubicar rápidamente su producción y minimizar las pérdidas.