Descripción: La globalización es el proceso de diseñar aplicaciones que pueden adaptarse a diferentes idiomas y regiones. Este enfoque permite que las empresas y desarrolladores creen productos que no solo sean funcionales, sino que también sean culturalmente relevantes y accesibles para una audiencia global. La globalización implica la consideración de diversos factores, como la localización de contenido, la adaptación de interfaces de usuario y la compatibilidad con diferentes normativas y estándares. A medida que el mundo se vuelve más interconectado, la capacidad de una aplicación para operar en múltiples contextos culturales y lingüísticos se convierte en un factor clave para su éxito. Esto no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también amplía el mercado potencial de un producto, permitiendo a las empresas alcanzar a clientes en diversas regiones del mundo. La globalización en el desarrollo de software se apoya en tecnologías como CMS, SaaS y PaaS, que facilitan la creación y gestión de aplicaciones escalables y adaptables. Además, el uso de herramientas de automatización y enfoque ágil permite a los equipos de desarrollo responder rápidamente a las necesidades cambiantes de los usuarios en diferentes mercados.
