Descripción: La granularidad de asignación se refiere al tamaño del bloque más pequeño de memoria que se puede asignar a un proceso en un sistema informático. Este concepto es fundamental en la gestión de memoria, ya que determina la eficiencia con la que se utiliza la memoria disponible. Una granularidad fina permite asignar bloques de memoria más pequeños, lo que puede llevar a un uso más eficiente de la memoria, especialmente en sistemas donde los procesos requieren diferentes cantidades de memoria. Sin embargo, una granularidad demasiado fina puede aumentar la sobrecarga de gestión de memoria, ya que el sistema debe realizar un seguimiento de un mayor número de bloques. Por otro lado, una granularidad más gruesa puede simplificar la gestión de memoria, pero puede resultar en un desperdicio de recursos si los procesos no utilizan toda la memoria asignada. La elección de la granularidad de asignación es, por lo tanto, un equilibrio entre la eficiencia en el uso de la memoria y la complejidad de la gestión de la misma, y puede variar según el tipo de sistemas y aplicaciones que se ejecutan en ellos.
