Descripción: El comando ‘halt -k’ en sistemas Unix y Linux es una opción que permite enviar una señal de detención a los procesos en ejecución sin apagar el sistema. Esta opción es parte del comando ‘halt’, que se utiliza para detener el sistema operativo de manera controlada. Al usar ‘halt -k’, el sistema no se apaga, pero se envía una señal a los procesos para que se detengan, lo que puede ser útil en situaciones donde se necesita liberar recursos o detener tareas específicas sin interrumpir completamente el funcionamiento del sistema. Esta funcionalidad es especialmente relevante en entornos de servidor o en sistemas donde se requiere un alto grado de disponibilidad y control sobre los procesos en ejecución. La opción ‘-k’ se utiliza para indicar que la detención es solo una señal y no un apagado completo, permitiendo a los administradores de sistemas gestionar de manera más efectiva los procesos y recursos del sistema operativo.
