Descripción: La hiperemia es un fenómeno fisiológico caracterizado por un aumento del flujo sanguíneo en una región específica del cuerpo. Este exceso de sangre puede ser el resultado de diversas causas, como la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que permite que más sangre fluya hacia un área determinada. La hiperemia puede ser activa o pasiva; la activa se produce por un aumento en la actividad metabólica de los tejidos, mientras que la pasiva se relaciona con una obstrucción en el drenaje venoso. Este proceso es fundamental para la respuesta inflamatoria y la curación de heridas, ya que proporciona nutrientes y oxígeno a los tejidos afectados. Además, la hiperemia puede manifestarse en diferentes contextos, como en la piel, donde se observa enrojecimiento, o en órganos internos, donde puede ser un indicador de diversas condiciones patológicas. En resumen, la hiperemia es un mecanismo esencial en la regulación del flujo sanguíneo y en la respuesta del cuerpo a diversas situaciones, siendo un indicador clave en la evaluación clínica de la salud de los tejidos.