Descripción: La ‘Imagen de Entrada’ en el contexto del renderizado 3D se refiere a los datos de imagen originales que se utilizan como fuente para el procesamiento o renderizado. Estos datos pueden incluir texturas, mapas de relieve, imágenes de referencia o cualquier otro tipo de información visual que se incorpora en el proceso de creación de gráficos tridimensionales. La calidad y la resolución de la imagen de entrada son fundamentales, ya que influyen directamente en el resultado final del renderizado. Una imagen de entrada bien definida puede mejorar la apariencia visual de un modelo 3D, proporcionando detalles y realismo que son esenciales en aplicaciones de visualización, incluyendo videojuegos, películas, animaciones y simulaciones arquitectónicas. Además, la imagen de entrada puede ser manipulada y ajustada durante el proceso de renderizado para lograr efectos específicos, como iluminación, sombras y reflexiones, lo que permite a los artistas y diseñadores tener un control creativo significativo sobre el resultado final. En resumen, la imagen de entrada es un componente crítico en el flujo de trabajo del renderizado 3D, actuando como la base sobre la cual se construyen y se refinan las representaciones visuales en tres dimensiones.