Descripción: Las imágenes forenses son copias bit a bit de dispositivos de almacenamiento digital, como discos duros, unidades flash o tarjetas de memoria, que se crean para su análisis en investigaciones forenses. Este proceso implica la duplicación exacta de todos los datos, incluidos los archivos eliminados y los datos ocultos, lo que permite a los investigadores acceder a la información sin alterar el original. La creación de una imagen forense es fundamental para preservar la integridad de la evidencia digital, ya que cualquier modificación en el dispositivo original podría comprometer la validez de la prueba en un contexto legal. Las imágenes forenses se utilizan en una variedad de contextos, desde investigaciones criminales hasta auditorías de seguridad informática, y son esenciales para el análisis de incidentes de ciberseguridad. Además, estas imágenes pueden ser analizadas utilizando herramientas especializadas que permiten la recuperación de datos, la identificación de patrones de comportamiento y la reconstrucción de eventos. La capacidad de trabajar con una copia exacta del dispositivo original asegura que los investigadores puedan realizar un análisis exhaustivo sin riesgo de perder información valiosa o contaminar la evidencia.
Historia: El concepto de imágenes forenses comenzó a desarrollarse en la década de 1980 con el auge de la computación personal y el aumento de delitos informáticos. A medida que la tecnología avanzaba, también lo hacían las técnicas de análisis forense digital. En 1999, el término ‘forense digital’ se popularizó con la publicación de ‘Computer Forensics: A Pocket Guide for Law Enforcement’ por el FBI, que sentó las bases para el análisis de datos digitales en investigaciones criminales. Desde entonces, la disciplina ha evolucionado significativamente, incorporando nuevas herramientas y metodologías para adaptarse a la creciente complejidad de los dispositivos digitales y las amenazas cibernéticas.
Usos: Las imágenes forenses se utilizan principalmente en investigaciones criminales para recuperar y analizar datos de dispositivos involucrados en delitos. También son esenciales en auditorías de seguridad informática, donde se examinan sistemas comprometidos para entender la naturaleza de un ataque. Además, se utilizan en litigios legales para presentar evidencia digital en juicios, así como en investigaciones internas de empresas para detectar fraudes o violaciones de políticas de seguridad.
Ejemplos: Un caso notable de uso de imágenes forenses fue la investigación del hackeo a la empresa Target en 2013, donde se utilizaron imágenes forenses para analizar los sistemas comprometidos y determinar el alcance de la brecha de seguridad. Otro ejemplo es el caso de la investigación del FBI sobre el teléfono de un sospechoso en el ataque de San Bernardino en 2015, donde se intentó acceder a la información almacenada en el dispositivo a través de técnicas de análisis forense.
