Descripción: El término ‘Inalámbrico Abierto’ se refiere a una red inalámbrica que permite el acceso sin necesidad de autenticación ni cifrado. Esto significa que cualquier dispositivo compatible puede conectarse a la red sin requerir una contraseña o cualquier otro tipo de verificación. Este tipo de red es común en espacios públicos, como cafeterías, bibliotecas y aeropuertos, donde se busca facilitar el acceso a Internet para los usuarios. Las redes inalámbricas abiertas suelen operar en las bandas de 2.4 GHz y 5 GHz, utilizando estándares como Wi-Fi 802.11b/g/n/ac, lo que permite una amplia compatibilidad con dispositivos. Sin embargo, la falta de seguridad inherente a estas redes plantea riesgos, ya que los datos transmitidos pueden ser interceptados fácilmente por terceros. Por lo tanto, aunque ofrecen conveniencia, es recomendable que los usuarios tomen precauciones, como el uso de VPNs, para proteger su información personal. En resumen, el ‘Inalámbrico Abierto’ representa una solución accesible para la conectividad, pero también requiere una conciencia sobre los riesgos asociados a la seguridad de la información.
Historia: El concepto de redes inalámbricas abiertas comenzó a ganar popularidad a finales de la década de 1990 con la expansión del Wi-Fi. A medida que la tecnología se volvía más accesible, muchos lugares públicos comenzaron a ofrecer acceso gratuito a Internet, fomentando la creación de redes abiertas. Sin embargo, la falta de seguridad en estas redes se hizo evidente con el aumento de los ataques cibernéticos, lo que llevó a un debate sobre la necesidad de implementar medidas de seguridad en entornos públicos.
Usos: Las redes inalámbricas abiertas se utilizan principalmente en lugares públicos para proporcionar acceso a Internet a los usuarios sin restricciones. Esto incluye cafeterías, aeropuertos, bibliotecas y parques, donde la conectividad es esencial para los visitantes. También se utilizan en eventos y conferencias para facilitar la comunicación y el acceso a información en tiempo real.
Ejemplos: Un ejemplo de red inalámbrica abierta es el Wi-Fi gratuito que ofrecen muchas cafeterías como Starbucks, donde los clientes pueden conectarse sin necesidad de una contraseña. Otro caso es el acceso a Internet en aeropuertos, donde las redes abiertas permiten a los viajeros conectarse rápidamente mientras esperan sus vuelos.
