Descripción: El indicador rezagado es una métrica de rendimiento que se utiliza para evaluar el éxito o el fracaso de un proceso después de que ha ocurrido. A diferencia de los indicadores adelantados, que predicen resultados futuros, los indicadores rezagados se centran en datos históricos y resultados pasados. Estos indicadores son cruciales para la gestión de procesos, ya que permiten a las organizaciones analizar el desempeño de sus actividades y tomar decisiones informadas basadas en resultados concretos. Los indicadores rezagados pueden incluir métricas como el retorno de inversión (ROI), la satisfacción del cliente, el tiempo de entrega y la calidad del producto. Su principal característica es que proporcionan una visión clara de cómo se han comportado los procesos en el pasado, lo que ayuda a identificar áreas de mejora y a establecer benchmarks para el futuro. Aunque son esenciales para la evaluación del rendimiento, su naturaleza retrospectiva significa que no pueden ser utilizados para anticipar problemas o oportunidades, lo que resalta la importancia de complementarlos con indicadores adelantados para una gestión integral y efectiva.
