Descripción: La inmunoterapia es un tipo de tratamiento del cáncer que ayuda a su sistema inmunológico a combatir el cáncer. A diferencia de los tratamientos tradicionales como la quimioterapia y la radioterapia, que atacan directamente las células cancerosas, la inmunoterapia se centra en potenciar la capacidad del sistema inmunológico para reconocer y destruir estas células malignas. Este enfoque innovador se basa en la comprensión de que el sistema inmunológico tiene la capacidad natural de identificar y eliminar células anormales, pero a menudo no puede hacerlo de manera efectiva en el caso del cáncer. La inmunoterapia puede incluir el uso de anticuerpos monoclonales, vacunas contra el cáncer, y moduladores del sistema inmunológico, entre otros. Su relevancia radica en que ofrece una alternativa o complemento a los tratamientos convencionales, con el potencial de generar respuestas duraderas y menos efectos secundarios. Además, la inmunoterapia ha demostrado ser efectiva en varios tipos de cáncer, lo que la convierte en un área de investigación activa y prometedora en la oncología moderna.
Historia: La inmunoterapia tiene sus raíces en el siglo XIX, cuando se observó que algunas infecciones podían inducir remisiones en pacientes con cáncer. Sin embargo, fue en la década de 1970 cuando se desarrollaron los primeros tratamientos inmunológicos, como la terapia con interferón. En los años 90, se introdujeron los anticuerpos monoclonales, lo que marcó un avance significativo. En la última década, la inmunoterapia ha ganado atención mundial, especialmente con la aprobación de inhibidores de puntos de control inmunológico como el pembrolizumab en 2014, que revolucionaron el tratamiento del melanoma y otros cánceres.
Usos: La inmunoterapia se utiliza principalmente en el tratamiento del cáncer, incluyendo melanoma, cáncer de pulmón, cáncer de riñón y linfoma, entre otros. También se investiga su aplicación en enfermedades autoinmunes y en la prevención de infecciones virales. Las terapias pueden ser administradas solas o en combinación con otros tratamientos, como la quimioterapia, para mejorar la eficacia general.
Ejemplos: Un ejemplo de inmunoterapia es el uso de inhibidores de puntos de control inmunológico, como el nivolumab, que se utiliza para tratar el melanoma avanzado. Otro ejemplo es la terapia con CAR-T, que implica modificar genéticamente las células T del paciente para que ataquen las células cancerosas, utilizada en ciertos tipos de leucemia y linfoma.