Descripción: La instrumentación es un mecanismo para monitorear y controlar la ejecución de un programa. Este proceso implica la incorporación de herramientas y técnicas que permiten la recolección de datos sobre el comportamiento y el rendimiento de un sistema o aplicación. A través de la instrumentación, los desarrolladores pueden obtener información valiosa sobre el uso de recursos, la latencia, los errores y otros aspectos críticos que afectan la eficiencia y la estabilidad del software. La instrumentación puede ser tanto pasiva, donde se recopilan datos sin alterar el flujo del programa, como activa, donde se introducen puntos de control que modifican el comportamiento del sistema para facilitar el monitoreo. En el contexto de sistemas y aplicaciones tecnológicas, la instrumentación se convierte en una herramienta esencial para la optimización y el diagnóstico, permitiendo a los ingenieros identificar cuellos de botella y mejorar la experiencia del usuario. Además, la instrumentación es fundamental en la implementación de prácticas de DevOps y en la adopción de metodologías ágiles, donde la retroalimentación continua y la mejora del rendimiento son cruciales para el éxito del desarrollo de software.
