Descripción: La integración de microservicios es el proceso de combinar múltiples microservicios en una aplicación cohesiva. Este enfoque arquitectónico permite que diferentes componentes de software, cada uno responsable de una funcionalidad específica, se comuniquen y colaboren de manera eficiente. Los microservicios son pequeñas aplicaciones independientes que se pueden desarrollar, desplegar y escalar de forma autónoma, lo que facilita la agilidad y la flexibilidad en el desarrollo de software. La integración de estos microservicios implica establecer protocolos de comunicación, como APIs REST o gRPC, y gestionar la orquestación y la supervisión de los servicios para garantizar que funcionen juntos sin problemas. Este enfoque no solo mejora la mantenibilidad del código, sino que también permite a los equipos de desarrollo trabajar en paralelo en diferentes servicios, acelerando así el ciclo de desarrollo. Además, la integración de microservicios permite a las organizaciones adoptar nuevas tecnologías y herramientas de manera más sencilla, ya que cada microservicio puede ser desarrollado utilizando diferentes lenguajes de programación o frameworks, según las necesidades específicas del proyecto. En resumen, la integración de microservicios es fundamental para construir aplicaciones modernas y escalables, optimizando tanto el desarrollo como la operación del software.