Descripción: La integridad de aplicaciones se refiere a la garantía de que una aplicación no ha sido alterada o manipulada desde su creación hasta su ejecución. Este concepto es fundamental en el ámbito de la seguridad informática, especialmente en entornos donde las aplicaciones pueden ser vulnerables a ataques que buscan modificar su comportamiento o robar información. La integridad se asegura mediante diversas técnicas, como la firma digital, que permite verificar que el código de la aplicación proviene de una fuente confiable y no ha sido modificado. Además, la integridad de aplicaciones es un componente clave de la estrategia de Confianza Cero, que asume que ninguna entidad, ya sea interna o externa, es completamente confiable. En este contexto, se implementan controles rigurosos para garantizar que las aplicaciones operen de manera segura y que cualquier cambio en su estado sea detectado y gestionado adecuadamente. La integridad no solo protege contra ataques maliciosos, sino que también asegura la disponibilidad y el rendimiento óptimo de las aplicaciones, lo que es crucial para las organizaciones que dependen de la tecnología para sus operaciones diarias.
