Descripción: La Interfaz Comportamental es un patrón de diseño que se centra en definir el comportamiento esperado de un objeto, permitiendo que diferentes clases implementen este comportamiento de manera flexible. Este patrón se utiliza para establecer un contrato que las clases deben seguir, lo que facilita la interacción entre objetos sin necesidad de conocer su implementación interna. Al definir un conjunto de métodos que deben ser implementados, la Interfaz Comportamental promueve la reutilización de código y la separación de preocupaciones, lo que resulta en un diseño más limpio y mantenible. Este patrón es especialmente útil en sistemas donde se requiere que diferentes objetos realicen tareas similares, pero con implementaciones específicas. Al utilizar interfaces, los desarrolladores pueden cambiar la implementación de un objeto sin afectar a los clientes que dependen de esa interfaz, lo que proporciona una gran flexibilidad y escalabilidad en el desarrollo de software. En resumen, la Interfaz Comportamental es fundamental para crear sistemas que sean robustos y adaptables a cambios futuros, permitiendo que los objetos interactúen de manera coherente y predecible.
