Descripción: La invasión biológica se refiere a la introducción y establecimiento de especies no nativas en un ecosistema, lo que puede alterar significativamente la dinámica ecológica de la región afectada. Estas especies invasoras pueden competir con las especies nativas por recursos como alimento, espacio y luz, a menudo con consecuencias perjudiciales para la biodiversidad local. Las invasiones biológicas pueden ser intencionales, como en el caso de la introducción de especies para el control de plagas o la agricultura, o accidentales, como el transporte de organismos a través de rutas comerciales. Las características principales de las especies invasoras incluyen su capacidad para reproducirse rápidamente, su adaptabilidad a diferentes entornos y su resistencia a enfermedades que afectan a las especies nativas. La relevancia de este fenómeno radica en su impacto en la salud de los ecosistemas, la economía y la calidad de vida humana, ya que las especies invasoras pueden causar daños a la agricultura, la pesca y el turismo, además de afectar la salud de los ecosistemas naturales. La gestión de las invasiones biológicas es un desafío importante para los ecologistas y los responsables de la conservación, quienes buscan mitigar los efectos negativos de estas especies en los ecosistemas y restaurar el equilibrio ecológico.
Historia: El concepto de invasión biológica ha sido estudiado desde el siglo XIX, aunque el término en sí comenzó a ganar popularidad en la década de 1950. Uno de los eventos más significativos fue la introducción accidental de la especie de pez ‘Ctenopharyngodon idella’ (carpa de hierba) en Estados Unidos en 1970, que tuvo un impacto considerable en los ecosistemas acuáticos. A lo largo de los años, se han documentado numerosas invasiones biológicas, lo que ha llevado a un mayor interés en la investigación y la gestión de estas especies.
Usos: Las invasiones biológicas se utilizan en estudios ecológicos para comprender los efectos de las especies no nativas en los ecosistemas. También se emplean en la gestión de recursos naturales, donde se busca controlar o erradicar especies invasoras para proteger la biodiversidad nativa. Además, el estudio de estas invasiones puede ayudar a desarrollar políticas de conservación y estrategias de manejo sostenible.
Ejemplos: Un ejemplo notable de invasión biológica es la llegada de la ‘Zebra mussel’ (Dreissena polymorpha) a los Grandes Lagos de América del Norte en la década de 1980, que causó daños significativos a la infraestructura y la biodiversidad local. Otro caso es el de la planta ‘Eucalyptus’, que, aunque se ha utilizado para reforestación, ha desplazado a especies nativas en varias regiones del mundo.