Descripción: IoT Edge es un paradigma de computación que permite procesar datos más cerca de la fuente en lugar de enviarlos a la nube. Este enfoque se centra en la capacidad de realizar análisis y tomar decisiones en tiempo real en dispositivos locales, como sensores y gateways, lo que reduce la latencia y el uso del ancho de banda. IoT Edge se integra con tecnologías de Internet de las Cosas (IoT) y se basa en la idea de que muchos dispositivos pueden operar de manera autónoma, procesando datos localmente y enviando solo la información relevante a la nube. Esto no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también permite una mayor seguridad, ya que los datos sensibles pueden ser procesados y almacenados localmente. Además, IoT Edge facilita la implementación de aplicaciones que requieren un procesamiento intensivo de datos, como el reconocimiento de imágenes o el análisis de video, sin depender de una conexión constante a Internet.
Historia: El concepto de IoT Edge comenzó a ganar popularidad a mediados de la década de 2010, cuando la proliferación de dispositivos conectados y la necesidad de procesar grandes volúmenes de datos en tiempo real se volvieron evidentes. Con el crecimiento del Internet de las Cosas, las empresas comenzaron a buscar soluciones que permitieran el procesamiento local de datos para reducir la latencia y mejorar la eficiencia. Varios proveedores de tecnología, reconociendo esta tendencia, comenzaron a promover soluciones de computación en el borde de la red, facilitando a los desarrolladores implementar soluciones personalizadas para una variedad de industrias, desde la manufactura hasta la atención médica.
Usos: IoT Edge se utiliza en diversas aplicaciones, como la automatización industrial, donde los sensores en fábricas procesan datos en tiempo real para optimizar la producción. También se aplica en el sector de la salud, donde los dispositivos médicos pueden analizar datos de pacientes localmente, mejorando la respuesta ante emergencias. Además, se utiliza en la gestión de ciudades inteligentes, donde los datos de tráfico y medio ambiente se procesan en el borde para mejorar la planificación urbana.
Ejemplos: Un ejemplo práctico de IoT Edge es el uso de cámaras de seguridad que analizan video en tiempo real para detectar intrusos, enviando solo alertas a la nube. Otro caso es el de los dispositivos de monitoreo de salud que procesan datos de signos vitales localmente, permitiendo a los médicos recibir información crítica sin demoras. También se puede ver en sistemas de control de calidad en fábricas, donde los sensores evalúan productos en la línea de producción y toman decisiones instantáneas.
