Descripción: El ‘jamming’ se refiere a la interferencia intencionada con una señal de comunicación para interrumpir la transmisión. Este fenómeno puede ocurrir en diversas formas de comunicación, incluyendo radio, televisión y redes de datos. El jamming puede ser realizado mediante la emisión de señales que saturan el espectro de frecuencias, dificultando la recepción de las señales legítimas. Este tipo de interferencia puede ser tanto un acto malicioso como una medida de seguridad en contextos militares o de protección de información. La relevancia del jamming radica en su capacidad para afectar la integridad y disponibilidad de las comunicaciones, lo que puede tener consecuencias significativas en situaciones críticas. En el ámbito de la seguridad de señales, el jamming se considera una amenaza que debe ser gestionada adecuadamente para garantizar la continuidad de las operaciones de comunicación. Las normativas de seguridad informática también abordan el jamming, ya que la interrupción de las comunicaciones puede ser un vector de ataque que compromete la seguridad de los sistemas de información.
Historia: El concepto de jamming tiene sus raíces en las técnicas de guerra electrónica utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial, donde se emplearon para interferir con las comunicaciones enemigas. A lo largo de las décadas, el jamming ha evolucionado con el avance de la tecnología de comunicación, siendo utilizado en conflictos militares y en operaciones de espionaje. En la era moderna, el jamming se ha vuelto más accesible debido a la proliferación de dispositivos de transmisión y la disponibilidad de tecnología de interferencia, lo que ha llevado a un aumento en su uso tanto por actores estatales como no estatales.
Usos: El jamming se utiliza principalmente en contextos militares para proteger las comunicaciones propias y deshabilitar las del enemigo. También se aplica en situaciones de seguridad pública, como en eventos donde se desea evitar la comunicación entre los asistentes y las autoridades, por ejemplo, en manifestaciones. En el ámbito criminal, el jamming puede ser utilizado para interrumpir sistemas de alarma o comunicaciones de emergencia. Además, algunas organizaciones utilizan técnicas de jamming para proteger información sensible de ser interceptada.
Ejemplos: Un ejemplo de jamming es el uso de dispositivos que interfieren con las señales de GPS para evitar el seguimiento de vehículos en operaciones ilegales. Otro caso es el uso de jamming en conflictos militares, donde se emplean para bloquear las comunicaciones del enemigo durante una ofensiva. En el ámbito civil, se han reportado incidentes de jamming en eventos públicos, donde se busca interrumpir la comunicación entre los asistentes y las autoridades.