Descripción: La jardinería guerrillera es el acto de cultivar plantas en terrenos que no son legalmente propiedad de quienes las cultivan. Este movimiento, que combina la jardinería con un enfoque activista, busca transformar espacios urbanos desatendidos o abandonados en áreas verdes productivas. A menudo, se lleva a cabo en terrenos baldíos, aceras o incluso en espacios públicos, donde los jardineros guerrilleros buscan no solo embellecer el entorno, sino también promover la sostenibilidad y la autosuficiencia alimentaria. Este tipo de jardinería se caracteriza por su naturaleza espontánea y su resistencia a las normativas urbanas, lo que la convierte en una forma de protesta pacífica contra la falta de acceso a espacios verdes y la privatización de la tierra. La jardinería guerrillera no solo se enfoca en el cultivo de plantas ornamentales, sino que también incluye la siembra de vegetales y hierbas, fomentando así la producción local de alimentos y la conexión comunitaria. Este movimiento ha ganado popularidad en diversas ciudades del mundo, donde los ciudadanos buscan recuperar el control sobre su entorno y promover un estilo de vida más sostenible y consciente.
Historia: El término ‘jardinería guerrillera’ comenzó a ganar popularidad en la década de 1970, aunque prácticas similares se han documentado desde mucho antes. Uno de los eventos más significativos fue la creación del ‘Guerrilla Gardening Network’ en 2004, que ayudó a consolidar el movimiento a nivel global. A lo largo de los años, la jardinería guerrillera ha sido utilizada como una forma de resistencia en diversas ciudades, especialmente en contextos de urbanización agresiva y privatización de espacios públicos.
Usos: La jardinería guerrillera se utiliza principalmente para revitalizar espacios urbanos olvidados, promover la sostenibilidad y la producción local de alimentos. También se emplea como una herramienta de activismo social, buscando concienciar sobre la importancia de los espacios verdes en las ciudades y la necesidad de acceso a alimentos frescos y saludables.
Ejemplos: Un ejemplo notable de jardinería guerrillera es el proyecto ‘Seedbombing’, donde los activistas lanzan bombas de semillas en terrenos baldíos para fomentar el crecimiento de plantas. Otro caso es el de los jardines comunitarios en Nueva York, donde grupos de ciudadanos han tomado terrenos abandonados para cultivar alimentos y flores, creando espacios de encuentro y colaboración.