Descripción: La justicia lingüística se refiere al trato equitativo de los individuos en relación con su lengua y comunicación. Este concepto aboga por el reconocimiento y respeto de la diversidad lingüística, así como por la eliminación de las barreras que pueden surgir debido a diferencias en el idioma. En un mundo cada vez más globalizado, donde las interacciones entre personas de diferentes orígenes lingüísticos son comunes, la justicia lingüística se vuelve crucial para garantizar que todos tengan acceso a la información y a los servicios en su lengua materna. Esto no solo implica la traducción de documentos y la interpretación en contextos legales y médicos, sino también la creación de entornos inclusivos donde se valoren y respeten todas las lenguas. La justicia lingüística busca, por tanto, promover la igualdad de oportunidades y el respeto mutuo entre hablantes de diferentes idiomas, contribuyendo a la cohesión social y al entendimiento intercultural. En el ámbito de la tecnología, este concepto se vuelve especialmente relevante, ya que los sistemas deben ser diseñados para reconocer y adaptarse a la diversidad lingüística, evitando sesgos que puedan perjudicar a hablantes de lenguas minoritarias o menos representadas. La justicia lingüística, por lo tanto, no solo es un principio ético, sino también una necesidad práctica en la construcción de sociedades más justas e inclusivas.
