Descripción: Una red de área local inalámbrica (WLAN) permite a los dispositivos conectarse y comunicarse de forma inalámbrica, utilizando tecnologías de radiofrecuencia. A diferencia de las redes cableadas, donde los dispositivos están interconectados mediante cables, las WLAN ofrecen flexibilidad y movilidad, permitiendo que los usuarios se conecten a la red desde diferentes ubicaciones dentro de un área determinada. Las WLAN son esenciales en entornos donde la instalación de cables es impráctica o costosa, como en oficinas, hogares y espacios públicos. Estas redes utilizan estándares como IEEE 802.11, que define las especificaciones para la transmisión de datos a través de ondas de radio. Las WLAN pueden operar en diferentes bandas de frecuencia, como 2.4 GHz y 5 GHz, lo que permite una mayor capacidad de conexión y velocidad de transmisión. Además, las WLAN pueden configurarse para ser abiertas o protegidas, utilizando protocolos de seguridad como WPA2 o WPA3 para garantizar la privacidad y la integridad de los datos transmitidos. En resumen, las WLAN son una solución moderna y eficiente para la conectividad de dispositivos en un entorno local, facilitando la comunicación y el acceso a recursos compartidos sin las limitaciones de las redes cableadas.
Historia: La tecnología WLAN comenzó a desarrollarse en la década de 1990, con la introducción del estándar IEEE 802.11 en 1997, que permitió la comunicación inalámbrica entre dispositivos. Desde entonces, ha evolucionado significativamente, con la aparición de nuevas versiones que mejoran la velocidad, la capacidad y la seguridad. En 1999, se introdujo el estándar 802.11b, que se convirtió en el primer estándar WLAN ampliamente adoptado, ofreciendo velocidades de hasta 11 Mbps. Posteriormente, se lanzaron otros estándares como 802.11g y 802.11n, que aumentaron las velocidades y la eficiencia de la red. En la actualidad, los estándares más recientes, como 802.11ac y 802.11ax (Wi-Fi 6), ofrecen velocidades de transmisión mucho más rápidas y mejor rendimiento en entornos con alta densidad de dispositivos.
Usos: Las WLAN se utilizan en una variedad de aplicaciones, incluyendo el acceso a Internet en hogares y oficinas, la conexión de dispositivos móviles como smartphones y tabletas, y en entornos públicos como cafeterías y aeropuertos. También son comunes en entornos educativos, donde permiten a los estudiantes y profesores conectarse a recursos en línea sin restricciones físicas. Además, las WLAN son fundamentales en la implementación de tecnologías IoT (Internet de las Cosas), donde múltiples dispositivos se conectan y comunican entre sí de manera inalámbrica.
Ejemplos: Un ejemplo práctico de WLAN es el uso de routers Wi-Fi en hogares, que permiten a varios dispositivos conectarse a Internet sin necesidad de cables. Otro ejemplo es el uso de redes inalámbricas en empresas, donde los empleados pueden trabajar desde diferentes áreas de la oficina sin estar atados a un escritorio. En el ámbito educativo, muchas universidades ofrecen acceso Wi-Fi en sus campus, permitiendo a los estudiantes conectarse a recursos digitales desde cualquier lugar.