Descripción: La localización de fallos es el proceso de identificar la ubicación de fallos en un sistema de software. Este proceso es fundamental en el ciclo de vida del desarrollo de software, ya que permite a los desarrolladores y testers detectar y corregir errores que pueden afectar el rendimiento, la funcionalidad y la experiencia del usuario. La localización de fallos implica el uso de diversas técnicas y herramientas que ayudan a aislar y diagnosticar problemas en el código, así como en la interacción entre diferentes componentes del sistema. Entre las características principales de este proceso se incluyen la sistematicidad, ya que se requiere un enfoque metódico para identificar la raíz del problema, y la precisión, que es crucial para asegurar que se aborden los fallos correctos. La relevancia de la localización de fallos radica en su impacto directo en la calidad del software; un software libre de errores no solo mejora la satisfacción del usuario, sino que también reduce los costos asociados con el mantenimiento y las actualizaciones. En un entorno donde la agilidad y la rapidez en el desarrollo son esenciales, la localización de fallos se convierte en una práctica indispensable para garantizar la entrega de productos de alta calidad.
