Descripción: La mala configuración se refiere a una configuración incorrecta o no óptima de sistemas, aplicaciones o dispositivos, lo que puede resultar en vulnerabilidades de seguridad. Este fenómeno ocurre cuando los parámetros de seguridad, las políticas de acceso o las configuraciones de red no se establecen adecuadamente, permitiendo que atacantes exploten estas debilidades. Las malas configuraciones pueden surgir por diversas razones, como la falta de conocimiento técnico, la presión por cumplir plazos, o simplemente la omisión de pasos críticos durante la instalación o el mantenimiento de sistemas. Las consecuencias de una mala configuración pueden ser graves, incluyendo la exposición de datos sensibles, la interrupción de servicios y la posibilidad de ataques cibernéticos. Por lo tanto, es crucial que las organizaciones implementen prácticas de configuración segura y realicen auditorías regulares para identificar y corregir cualquier configuración inadecuada. La educación y la capacitación del personal también juegan un papel fundamental en la prevención de estas vulnerabilidades, ya que un equipo bien informado es menos propenso a cometer errores que pueden comprometer la seguridad de la infraestructura tecnológica.
