Descripción: La manufactura conectada se refiere a un sistema donde los procesos de manufactura están interconectados a través de redes digitales, permitiendo el intercambio de datos en tiempo real y la colaboración. Este enfoque integra tecnologías avanzadas como el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y la analítica de datos, lo que permite a las empresas optimizar sus operaciones, mejorar la calidad de los productos y reducir costos. En la manufactura conectada, las máquinas, sensores y sistemas de gestión están interrelacionados, lo que facilita la monitorización continua de los procesos de producción. Esto no solo permite una respuesta rápida a las variaciones en la producción, sino que también fomenta la toma de decisiones basada en datos. La capacidad de recopilar y analizar información en tiempo real transforma la manera en que las empresas gestionan sus cadenas de suministro, mejoran la eficiencia operativa y responden a las demandas del mercado. Además, la manufactura conectada promueve la personalización de productos, ya que las empresas pueden adaptar sus procesos de producción a las necesidades específicas de los clientes. En resumen, la manufactura conectada representa un cambio paradigmático en la industria, donde la digitalización y la conectividad son fundamentales para alcanzar la competitividad en un entorno global cada vez más exigente.
Historia: La manufactura conectada comenzó a tomar forma a finales de la década de 2000, impulsada por el avance de las tecnologías digitales y la creciente necesidad de las empresas de optimizar sus procesos. La introducción del concepto de Industria 4.0 en 2011 en la Feria de Hannover marcó un hito importante, ya que promovió la integración de tecnologías cibernéticas en la manufactura. Desde entonces, la manufactura conectada ha evolucionado rápidamente, con la adopción de IoT, big data y análisis predictivo, permitiendo a las empresas mejorar su eficiencia y competitividad.
Usos: La manufactura conectada se utiliza en diversas aplicaciones, como la monitorización de la producción en tiempo real, el mantenimiento predictivo de maquinaria, la gestión de la cadena de suministro y la personalización de productos. Las empresas pueden utilizar sensores y dispositivos conectados para recopilar datos sobre el rendimiento de las máquinas, lo que les permite anticipar fallos y optimizar el tiempo de inactividad. Además, facilita la colaboración entre diferentes departamentos y socios comerciales, mejorando la comunicación y la eficiencia.
Ejemplos: Un ejemplo de manufactura conectada es la planta de Siemens en Amberg, Alemania, donde se utilizan tecnologías IoT para monitorizar y optimizar la producción de sistemas de automatización. Otro caso es el de General Electric, que implementa análisis de datos en sus turbinas eólicas para predecir el mantenimiento necesario y maximizar la eficiencia operativa.
