Descripción: Un marcador biológico es una característica biológica que puede ser medida y evaluada como un indicador de salud o enfermedad. Estos marcadores pueden ser moléculas, genes, proteínas, o incluso características fisiológicas que reflejan procesos biológicos específicos en el organismo. Su relevancia radica en su capacidad para proporcionar información sobre el estado de salud de un individuo, así como para ayudar en el diagnóstico, pronóstico y seguimiento de diversas enfermedades. Los marcadores biológicos son fundamentales en la investigación biomédica y en la práctica clínica, ya que permiten a los profesionales de la salud tomar decisiones informadas basadas en datos objetivos. Además, su uso se ha expandido con el avance de la tecnología, facilitando la identificación de biomarcadores específicos que pueden ser utilizados en terapias personalizadas y en el desarrollo de nuevos tratamientos. En resumen, los marcadores biológicos son herramientas esenciales en la medicina moderna, que contribuyen a una mejor comprensión de la salud y la enfermedad a nivel molecular y celular.
Historia: El concepto de marcador biológico ha evolucionado desde la década de 1970, cuando se comenzaron a identificar indicadores biológicos específicos para enfermedades como el cáncer. En 1989, la FDA aprobó el primer biomarcador para el diagnóstico de enfermedades, lo que marcó un hito en la medicina. Desde entonces, la investigación en este campo ha crecido exponencialmente, impulsada por avances en tecnologías como la genómica y la proteómica.
Usos: Los marcadores biológicos se utilizan en diversas áreas, incluyendo la oncología para el diagnóstico y seguimiento del cáncer, en enfermedades cardiovasculares para evaluar el riesgo y en enfermedades autoinmunes para monitorear la actividad de la enfermedad. También son cruciales en la investigación de nuevos fármacos y en la medicina personalizada.
Ejemplos: Ejemplos de marcadores biológicos incluyen el antígeno prostático específico (PSA) para el cáncer de próstata, la proteína C-reactiva (PCR) para la inflamación y el colesterol LDL como indicador de riesgo cardiovascular.
