Descripción: La Métrica de Escalabilidad Vertical es una medida que evalúa la capacidad de aumentar los recursos de un solo nodo en una red, como un servidor o una máquina virtual. Esta métrica es fundamental en el ámbito de la infraestructura tecnológica, ya que permite a las organizaciones determinar hasta qué punto pueden mejorar el rendimiento de un sistema sin necesidad de añadir más nodos. La escalabilidad vertical implica la adición de recursos como CPU, memoria RAM o almacenamiento a un único servidor, lo que puede resultar en un aumento significativo de la capacidad de procesamiento y la eficiencia operativa. A diferencia de la escalabilidad horizontal, que se refiere a la adición de más nodos a un sistema, la escalabilidad vertical se centra en optimizar un único punto de procesamiento. Esta métrica es especialmente relevante en entornos donde la latencia y la calidad de servicio son críticas, como en bases de datos y aplicaciones empresariales. La capacidad de escalar verticalmente puede ser limitada por factores como el costo de los recursos adicionales y las limitaciones físicas del hardware, lo que hace que las organizaciones deban evaluar cuidadosamente sus necesidades y capacidades antes de implementar mejoras. En resumen, la Métrica de Escalabilidad Vertical es esencial para garantizar que los sistemas tecnológicos puedan adaptarse a las demandas cambiantes sin comprometer la calidad del servicio ofrecido a los usuarios.