Descripción: La micro-facturación es un modelo de facturación que permite a las empresas cobrar a sus clientes de acuerdo con el uso real de los servicios que han consumido. Este enfoque se basa en la premisa de que los clientes solo pagan por lo que realmente utilizan, lo que puede resultar en una mayor satisfacción y lealtad del cliente. En el contexto de la computación y los servicios digitales, la micro-facturación se convierte en una herramienta esencial, ya que los recursos se asignan y utilizan de manera dinámica. Las características principales de este modelo incluyen la medición precisa del uso, la facturación en tiempo real y la flexibilidad para adaptarse a las necesidades cambiantes de los usuarios. La micro-facturación no solo optimiza los costos para los clientes, sino que también permite a las empresas ajustar sus ofertas y precios de manera más efectiva, fomentando un ecosistema más competitivo y eficiente. Este modelo es especialmente relevante en la era digital, donde los servicios en la nube y las plataformas de computación están en auge, permitiendo a las empresas escalar sus operaciones sin incurrir en gastos innecesarios. En resumen, la micro-facturación representa una evolución en la forma en que se gestionan y cobran los servicios, alineándose con las expectativas modernas de los consumidores y las dinámicas del mercado.