Descripción: Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico que miden menos de 5 milímetros y representan un grave peligro ambiental. Estas diminutas partículas se originan tanto de la degradación de objetos plásticos más grandes como de productos que se fabrican específicamente en tamaños pequeños. Los microplásticos son omnipresentes en el medio ambiente, encontrándose en océanos, ríos, lagos y en el aire que respiramos. Su tamaño diminuto les permite ser ingeridos por una variedad de organismos, desde el plancton hasta los peces y aves, lo que plantea serias preocupaciones sobre la salud de los ecosistemas y la cadena alimentaria. Además, los microplásticos pueden actuar como transportadores de contaminantes químicos, lo que agrava su impacto negativo. La creciente preocupación por los microplásticos ha llevado a un aumento en la investigación sobre sus efectos en la salud humana y el medio ambiente, así como a la búsqueda de soluciones sostenibles para mitigar su presencia en la naturaleza.
Historia: El término ‘microplásticos’ comenzó a ganar atención en la década de 2000, aunque las partículas de plástico han existido desde la invención del plástico en el siglo XX. En 2004, el término fue utilizado por primera vez en un estudio que documentaba la presencia de estas partículas en el océano. Desde entonces, la investigación ha crecido exponencialmente, especialmente a partir de 2010, cuando se comenzaron a realizar estudios más sistemáticos sobre su impacto ambiental y en la salud humana.
Usos: Los microplásticos se utilizan en una variedad de productos, incluidos cosméticos, productos de limpieza y exfoliantes. También se encuentran en textiles sintéticos, donde las fibras se desprenden durante el lavado. Sin embargo, su uso en productos de consumo ha sido objeto de críticas debido a su impacto ambiental.
Ejemplos: Un ejemplo de microplásticos en acción son los exfoliantes faciales que contienen perlas de plástico, que se lavan por el desagüe y terminan en cuerpos de agua. Otro caso son las fibras de poliéster que se desprenden de la ropa sintética durante el lavado, contribuyendo a la contaminación del agua.