Descripción: La migración de aplicaciones es el proceso de mover aplicaciones de un entorno a otro, a menudo involucrando tecnologías de virtualización. Este proceso puede incluir la transferencia de aplicaciones entre diferentes plataformas de infraestructura como servicio (IaaS), la implementación de soluciones de recuperación ante desastres (Disaster Recovery as a Service), o la utilización de plataformas como servicio (PaaS). La migración puede ser necesaria por diversas razones, como la optimización de recursos, la mejora del rendimiento, la reducción de costos o la necesidad de adaptarse a nuevas tecnologías. En el contexto de la virtualización, tecnologías como la virtualización de servidores permiten crear entornos virtuales que facilitan la migración de aplicaciones al proporcionar una capa de abstracción entre el hardware y el software. Además, plataformas de desarrollo en la nube ofrecen un entorno que simplifica la migración de aplicaciones al permitir a los desarrolladores centrarse en el código sin preocuparse por la infraestructura subyacente. La migración de aplicaciones es, por tanto, un componente esencial en la estrategia de adopción de la nube y en la modernización de la infraestructura de TI.
Historia: La migración de aplicaciones ha evolucionado con el desarrollo de la computación en la nube y la virtualización. En la década de 2000, con el auge de la virtualización, las empresas comenzaron a adoptar tecnologías que permitían mover aplicaciones entre servidores físicos y virtuales. La introducción de IaaS y PaaS en la década de 2010 facilitó aún más este proceso, permitiendo a las organizaciones trasladar sus aplicaciones a la nube de manera más eficiente. Eventos clave incluyen la creación de tecnologías de virtualización que popularizaron esta práctica y el lanzamiento de proveedores de servicios en la nube que marcaron el inicio de la era de la nube pública.
Usos: La migración de aplicaciones se utiliza principalmente para modernizar infraestructuras de TI, optimizar costos y mejorar la escalabilidad y el rendimiento de las aplicaciones. También es común en escenarios de recuperación ante desastres, donde las aplicaciones deben ser trasladadas a un entorno seguro y accesible. Además, las empresas utilizan la migración para adoptar nuevas tecnologías y plataformas que ofrecen mejores características y funcionalidades.
Ejemplos: Un ejemplo de migración de aplicaciones es el traslado de una aplicación empresarial de un servidor local a una plataforma IaaS como Amazon EC2. Otro caso es la migración de aplicaciones de un entorno de desarrollo local a una plataforma en la nube para aprovechar sus capacidades de despliegue continuo. También se puede mencionar la recuperación de aplicaciones críticas en un entorno de Disaster Recovery as a Service tras un fallo del sistema.