Descripción: El modelo de defensa se refiere a la estrategia y arquitectura general utilizadas para protegerse contra ataques DDoS (Denegación de Servicio Distribuida). Este enfoque implica la implementación de múltiples capas de seguridad que trabajan en conjunto para mitigar el impacto de un ataque. Un modelo de defensa efectivo combina tecnologías de detección, filtrado y respuesta, permitiendo a las organizaciones identificar y neutralizar amenazas en tiempo real. Las características principales de este modelo incluyen la escalabilidad, que permite adaptarse a diferentes volúmenes de tráfico; la redundancia, que asegura que los servicios permanezcan disponibles incluso durante un ataque; y la inteligencia de amenazas, que utiliza datos históricos y análisis para anticipar y prevenir futuros ataques. La relevancia del modelo de defensa radica en la creciente frecuencia y sofisticación de los ataques DDoS, que pueden paralizar servicios críticos y causar pérdidas económicas significativas. Por lo tanto, contar con un modelo de defensa robusto es esencial para cualquier organización que dependa de la disponibilidad de sus servicios en línea.