Descripción: El modo de infraestructura es una configuración de red donde los dispositivos se conectan a través de un punto de acceso central. En este modo, los dispositivos, como computadoras, teléfonos inteligentes y tabletas, no se comunican directamente entre sí, sino que lo hacen a través de un dispositivo intermediario, conocido como punto de acceso (AP). Este punto de acceso actúa como un puente entre los dispositivos y la red, permitiendo la comunicación y el intercambio de datos. Una de las características más destacadas del modo de infraestructura es su capacidad para gestionar múltiples conexiones simultáneamente, lo que lo convierte en una opción ideal para entornos con alta densidad de dispositivos. Además, este modo permite la integración con redes cableadas, facilitando el acceso a Internet y otros recursos de red. La seguridad también es un aspecto importante, ya que los puntos de acceso pueden implementar protocolos de seguridad que protegen la información transmitida. En resumen, el modo de infraestructura es fundamental para la creación de redes Wi-Fi eficientes y seguras, proporcionando una base sólida para la conectividad en diversos entornos, desde hogares hasta oficinas y espacios públicos.
Historia: El modo de infraestructura se desarrolló con la evolución de las redes inalámbricas en la década de 1990, cuando se comenzaron a estandarizar los protocolos de comunicación, como el IEEE 802.11. Este estándar, introducido en 1997, permitió la creación de redes Wi-Fi que podían operar en modo infraestructura, facilitando la conexión de múltiples dispositivos a través de un punto de acceso central. A medida que la tecnología avanzaba, el modo de infraestructura se convirtió en la configuración predominante para redes inalámbricas, especialmente en entornos comerciales y públicos.
Usos: El modo de infraestructura se utiliza principalmente en entornos donde se requiere una conexión estable y segura a la red, como oficinas, escuelas y espacios públicos. Permite la gestión eficiente de múltiples dispositivos, lo que es esencial en lugares con alta densidad de usuarios. Además, se utiliza en aplicaciones que requieren acceso a Internet, impresión en red y compartición de archivos entre dispositivos.
Ejemplos: Un ejemplo práctico del modo de infraestructura es una oficina donde varios empleados utilizan laptops y teléfonos inteligentes conectados a un punto de acceso Wi-Fi. Este punto de acceso permite que todos los dispositivos accedan a Internet y compartan recursos como impresoras y servidores de archivos. Otro ejemplo es en un café, donde los clientes pueden conectarse a la red Wi-Fi del establecimiento a través de un punto de acceso centralizado.