Descripción: El monitoreo de rendimiento implica rastrear el rendimiento del sistema y sus procesos para identificar cuellos de botella. Este proceso es esencial para garantizar que los sistemas informáticos funcionen de manera óptima y eficiente. A través de diversas herramientas y técnicas, se pueden recopilar métricas sobre el uso de CPU, memoria, almacenamiento y red, lo que permite a los administradores de sistemas y a los ingenieros de DevOps detectar problemas antes de que afecten a los usuarios finales. El monitoreo de rendimiento no solo se centra en la infraestructura física, sino que también abarca entornos virtualizados y en la nube, donde la complejidad puede aumentar significativamente. Las soluciones de monitoreo pueden incluir alertas en tiempo real, análisis de tendencias y reportes detallados, lo que facilita la toma de decisiones informadas sobre la capacidad y la planificación de recursos. Además, el monitoreo de rendimiento es fundamental para la implementación de prácticas de mejora continua, ya que permite a las organizaciones optimizar sus sistemas y aplicaciones de manera proactiva, asegurando una experiencia de usuario fluida y satisfactoria.