Descripción: El monitoreo de tasa de fallos es una práctica esencial en la observabilidad en la nube que implica rastrear la frecuencia con la que ocurren fallos en un sistema a lo largo del tiempo. Este proceso permite a los equipos de desarrollo y operaciones identificar patrones de fallos, evaluar la salud del sistema y tomar decisiones informadas para mejorar la confiabilidad y el rendimiento. Al analizar la tasa de fallos, se pueden detectar problemas recurrentes, lo que facilita la implementación de soluciones proactivas antes de que afecten a los usuarios finales. Además, el monitoreo de la tasa de fallos se complementa con otras métricas de rendimiento, como el tiempo de respuesta y la disponibilidad, proporcionando una visión integral del estado del sistema. Esta práctica es especialmente relevante en entornos tecnológicos variados, donde la escalabilidad y la resiliencia son fundamentales. La capacidad de monitorear y responder rápidamente a los fallos no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también optimiza los costos operativos al reducir el tiempo de inactividad y los recursos desperdiciados. En resumen, el monitoreo de tasa de fallos es una herramienta clave para garantizar la estabilidad y eficiencia de las aplicaciones, permitiendo a las organizaciones mantener un alto nivel de servicio y satisfacción del cliente.