Descripción: El monitoreo en el borde se refiere a la práctica de observar y analizar continuamente el rendimiento y la salud de los dispositivos y aplicaciones que operan en el borde de la red, es decir, cerca de la fuente de datos. Esta técnica es fundamental en un entorno donde la computación en la nube y el Internet de las Cosas (IoT) están en auge, ya que permite gestionar y optimizar el funcionamiento de dispositivos que pueden estar distribuidos geográficamente. Al realizar el monitoreo en el borde, se pueden detectar problemas de rendimiento, fallos en el hardware o software, y otros eventos críticos en tiempo real, lo que facilita una respuesta rápida y eficiente. Además, este enfoque reduce la latencia, ya que los datos se procesan y analizan localmente, minimizando la necesidad de enviar información a servidores centrales. Las características principales del monitoreo en el borde incluyen la capacidad de operar con recursos limitados, la integración con tecnologías de inteligencia artificial para la inferencia en tiempo real, y la mejora de la seguridad al mantener los datos más cerca de su origen. En un mundo cada vez más conectado, el monitoreo en el borde se convierte en una herramienta esencial para garantizar la eficiencia y la fiabilidad de las operaciones en entornos distribuidos.