Descripción: La monitorización del comportamiento de salud se refiere a la observación y el seguimiento sistemático de las acciones y hábitos que afectan el bienestar físico y mental de las personas. Este proceso implica la recopilación de datos sobre diversas actividades, como la alimentación, el ejercicio, el sueño y el manejo del estrés, con el objetivo de identificar patrones y tendencias que puedan influir en la salud general. La monitorización puede llevarse a cabo a través de dispositivos tecnológicos, aplicaciones móviles o métodos convencionales, y es fundamental para la prevención de enfermedades y la promoción de estilos de vida saludables. Además, permite a los profesionales de la salud ofrecer un enfoque más personalizado en el tratamiento y la gestión de condiciones crónicas. La relevancia de esta práctica radica en su capacidad para empoderar a los individuos, brindándoles información valiosa sobre su propio comportamiento y facilitando la toma de decisiones informadas sobre su salud. En un mundo donde las enfermedades crónicas son cada vez más comunes, la monitorización del comportamiento de salud se convierte en una herramienta esencial para mejorar la calidad de vida y fomentar un enfoque proactivo hacia el bienestar.