Descripción: El Nivel Mínimo de Producto (MPL) es un requisito regulatorio que establece estándares mínimos de seguridad y rendimiento que deben cumplir los productos antes de ser comercializados. Este concepto es fundamental en diversas industrias, ya que garantiza que los productos no solo sean funcionales, sino que también sean seguros para los consumidores. El MPL se aplica a una amplia gama de productos, desde dispositivos electrónicos hasta maquinaria, y su cumplimiento es supervisado por organismos reguladores. La importancia del MPL radica en su capacidad para proteger a los consumidores de productos defectuosos o inseguros, así como para fomentar la confianza en el mercado. Al establecer un nivel mínimo de calidad, se busca prevenir accidentes y daños que puedan surgir del uso de productos que no cumplen con los estándares establecidos. Además, el MPL puede influir en la innovación, ya que las empresas deben invertir en investigación y desarrollo para cumplir con estos requisitos, lo que a su vez puede llevar a mejoras en la calidad y funcionalidad de los productos. En resumen, el MPL es un componente esencial de la regulación tecnológica que asegura que los productos en el mercado sean seguros y eficaces, beneficiando tanto a los consumidores como a los fabricantes.