Descripción: El Neolítico, que significa ‘nueva piedra’, es la última etapa de la Edad de Piedra, caracterizada por el desarrollo de la agricultura y la domesticación de animales. Este periodo, que se extiende aproximadamente desde el 10,000 a.C. hasta el 3,000 a.C., marcó una transformación radical en la vida humana, pasando de sociedades nómadas de cazadores-recolectores a comunidades sedentarias que cultivaban la tierra. Durante el Neolítico, las herramientas de piedra se perfeccionaron, dando lugar a instrumentos más especializados como hoces y azadas, que facilitaban la agricultura. Además, se desarrollaron técnicas de alfarería y tejido, lo que permitió a las comunidades producir y almacenar alimentos y bienes. Este periodo también se caracteriza por la construcción de asentamientos permanentes y la aparición de estructuras sociales más complejas, lo que sentó las bases para el desarrollo de civilizaciones posteriores. La vida en el Neolítico estuvo marcada por un cambio en la relación del ser humano con su entorno, donde la agricultura no solo proporcionó una fuente de alimento más estable, sino que también fomentó el crecimiento demográfico y la especialización laboral, aspectos que serían fundamentales para el avance de la sociedad humana.
Historia: El Neolítico comenzó alrededor del 10,000 a.C. en el Creciente Fértil, una región que abarca partes de la actual Turquía, Siria, Irak, Israel y Jordania. Este periodo se caracteriza por la transición de la caza y recolección a la agricultura, lo que permitió el establecimiento de comunidades permanentes. A medida que las técnicas agrícolas se perfeccionaron, se produjo un aumento en la producción de alimentos, lo que a su vez llevó a un crecimiento demográfico. Hacia el 3,000 a.C., el Neolítico dio paso a la Edad de los Metales, marcando el inicio de la metalurgia y el desarrollo de sociedades más complejas.
Usos: Durante el Neolítico, la agricultura se convirtió en la principal forma de subsistencia, permitiendo a las comunidades cultivar cereales como el trigo y la cebada, así como legumbres. La domesticación de animales, como ovejas, cabras y vacas, proporcionó no solo alimento, sino también materiales como lana y cuero. Además, la alfarería se utilizó para almacenar alimentos y agua, mientras que el tejido permitió la producción de ropa y otros textiles.
Ejemplos: Ejemplos de asentamientos neolíticos incluyen Çatalhöyük en Turquía, donde se han encontrado casas construidas de adobe y una rica variedad de arte. Otro ejemplo es Jericó, en la actual Cisjordania, que es considerado uno de los asentamientos más antiguos del mundo, con evidencias de agricultura y estructuras defensivas.
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