Descripción: La neuroergonomía es un campo interdisciplinario que estudia la interacción entre humanos y máquinas, centrándose en la función cerebral. Su objetivo principal es optimizar el diseño de sistemas y herramientas tecnológicas para mejorar la eficiencia, la seguridad y el bienestar del usuario. A través de la aplicación de principios de la neurociencia, la psicología y la ergonomía, la neuroergonomía busca comprender cómo los procesos cognitivos y emocionales influyen en la interacción humano-máquina. Este enfoque permite identificar las necesidades y limitaciones del usuario, facilitando la creación de interfaces más intuitivas y adaptadas a la forma en que el cerebro humano procesa la información. La neuroergonomía también considera factores como la atención, la memoria y la carga cognitiva, lo que resulta crucial en entornos donde la precisión y la rapidez son esenciales, como en la aviación, la medicina y la conducción. En resumen, la neuroergonomía no solo se centra en la usabilidad de los sistemas, sino que también busca promover una experiencia más fluida y natural, alineando la tecnología con las capacidades y características del cerebro humano.
Historia: El término ‘neuroergonomía’ fue acuñado en la década de 1990, cuando los investigadores comenzaron a explorar la intersección entre la neurociencia y la ergonomía. A medida que la tecnología avanzaba, se hizo evidente la necesidad de comprender cómo las capacidades cognitivas humanas podían influir en el diseño de sistemas. En 1997, el primer simposio sobre neuroergonomía se llevó a cabo, lo que marcó un hito en la formalización de este campo. Desde entonces, ha evolucionado con el desarrollo de tecnologías de neuroimagen y herramientas de medición que permiten estudiar la actividad cerebral en tiempo real durante la interacción con dispositivos tecnológicos.
Usos: La neuroergonomía se aplica en diversas áreas, incluyendo el diseño de interfaces de usuario, la formación de operadores en entornos críticos, y la mejora de la seguridad en el trabajo. Se utiliza para crear sistemas que minimizan la carga cognitiva y maximizan la eficiencia, especialmente en campos como la aviación, la medicina y la automoción. También se emplea en la investigación de la fatiga y el estrés en el trabajo, ayudando a diseñar entornos laborales más saludables.
Ejemplos: Un ejemplo de neuroergonomía en acción es el uso de tecnologías de seguimiento ocular en el diseño de cabinas de avión, donde se analizan los patrones de atención de los pilotos para optimizar la disposición de los instrumentos. Otro caso es el desarrollo de simuladores de entrenamiento médico que utilizan la retroalimentación neurofisiológica para mejorar las habilidades de los cirujanos. Además, en el ámbito de la automoción, se están implementando sistemas que ajustan la interfaz del vehículo según el estado cognitivo del conductor.
