Descripción: El término ‘no disruptivo’ se refiere a procesos, tecnologías o metodologías que se implementan sin interrumpir las operaciones en curso de un sistema o entorno. En el ámbito de la tecnología, esto es especialmente relevante, ya que muchas veces las actualizaciones o cambios pueden causar interrupciones significativas en el flujo de trabajo. Un enfoque no disruptivo permite que las organizaciones mantengan su productividad mientras realizan mejoras o integraciones. Este concepto se aplica en diversas áreas, donde se busca minimizar el tiempo de inactividad y asegurar que los usuarios finales no se vean afectados por los cambios. Las características principales de un enfoque no disruptivo incluyen la planificación cuidadosa, la implementación gradual y el uso de herramientas que faciliten la transición sin causar molestias. La relevancia de este enfoque radica en su capacidad para mejorar la eficiencia operativa y la satisfacción del cliente, permitiendo que las empresas se adapten a nuevas tecnologías o procesos sin perder el ritmo de sus actividades diarias.