Descripción: El término ‘no regulado’ se refiere a mercados o actividades que no están supervisadas por ningún organismo regulador. Esto implica que las transacciones, prácticas y operaciones dentro de estos espacios carecen de la supervisión y control que normalmente ejercen las entidades gubernamentales o reguladoras. En un entorno no regulado, los participantes tienen mayor libertad para operar, lo que puede fomentar la innovación y la competencia, pero también puede dar lugar a riesgos significativos, como fraudes, falta de transparencia y prácticas desleales. La ausencia de regulación puede resultar atractiva para algunos inversores y emprendedores, ya que permite una mayor flexibilidad en la toma de decisiones y en la implementación de estrategias comerciales. Sin embargo, esta falta de supervisión también puede generar desconfianza entre los consumidores y otros actores del mercado, quienes pueden sentirse inseguros al participar en actividades que no cuentan con garantías de protección. En el contexto de la tecnología, el término es especialmente relevante, ya que muchas plataformas digitales y modelos de negocio emergentes operan en un marco no regulado, lo que plantea tanto oportunidades como desafíos para los usuarios y las instituciones financieras tradicionales.