Descripción: La ocultación de complejidad es un principio fundamental en el diseño de sistemas que busca simplificar la interacción del usuario con tecnologías complejas. Este enfoque se basa en la idea de que los usuarios no necesitan entender todos los detalles técnicos o la lógica interna de un sistema para utilizarlo de manera efectiva. Al ocultar la complejidad, se facilita la experiencia del usuario, permitiendo que se concentre en las tareas que desea realizar sin distraerse con los aspectos técnicos subyacentes. Este principio se aplica en diversas áreas, desde el diseño de interfaces de usuario hasta la arquitectura de software y los sistemas tecnológicos en general, y es esencial para crear productos accesibles y fáciles de usar. La ocultación de complejidad no solo mejora la usabilidad, sino que también puede aumentar la satisfacción del usuario, ya que reduce la curva de aprendizaje y minimiza la frustración. En un mundo donde la tecnología avanza rápidamente, este enfoque se vuelve cada vez más relevante, ya que permite a los diseñadores y desarrolladores crear soluciones que sean intuitivas y que se adapten a las necesidades de los usuarios, sin abrumarlos con información innecesaria.