Descripción: El okapi (Okapia johnstoni) es un mamífero único nativo de la República Democrática del Congo, que se asemeja a una mezcla entre una jirafa y una cebra. Este animal, que pertenece a la familia Giraffidae, es conocido por su cuerpo robusto y su largo cuello, características que lo asemejan a la jirafa, mientras que sus patas presentan un patrón de rayas blancas y negras similar al de una cebra. El okapi es un herbívoro que habita en los densos bosques tropicales y se alimenta principalmente de hojas, brotes y frutas. Su pelaje es de un color marrón oscuro, lo que le proporciona un excelente camuflaje en su entorno natural. A pesar de su apariencia inusual, el okapi es un pariente cercano de la jirafa, y ambos comparten un ancestro común. Este mamífero es un símbolo de la biodiversidad del Congo y ha sido objeto de interés tanto científico como conservacionista debido a su hábitat amenazado y su estatus como especie vulnerable. La combinación de sus características físicas y su comportamiento tímido lo convierte en un animal fascinante y enigmático, que ha capturado la atención de biólogos y amantes de la naturaleza por igual.
Historia: El okapi fue descubierto por los occidentales en 1901 por el explorador británico Sir Harry Johnston, quien lo identificó en la región del Congo. A pesar de su cercanía a la jirafa, el okapi fue considerado un animal mítico por mucho tiempo debido a su hábitat remoto y su naturaleza esquiva. Su existencia fue confirmada por la comunidad científica a principios del siglo XX, y desde entonces ha sido objeto de estudios zoológicos y de conservación.