Descripción: La optimización infraestructural se refiere al proceso de mejorar la eficiencia y el rendimiento de la infraestructura tecnológica, especialmente en el contexto de la virtualización de funciones de red (NFV). Este enfoque busca maximizar el uso de recursos, reducir costos operativos y mejorar la agilidad en la implementación de servicios. La optimización implica la reconfiguración de recursos físicos y virtuales, así como la implementación de tecnologías avanzadas que permiten una gestión más efectiva de la red. A través de la virtualización, las funciones de red que tradicionalmente requerían hardware específico pueden ser ejecutadas en servidores estándar, lo que facilita la escalabilidad y la flexibilidad. La optimización infraestructural no solo se centra en el rendimiento técnico, sino también en la alineación de la infraestructura con las necesidades del negocio, garantizando que los recursos estén disponibles y sean utilizados de manera efectiva. En un entorno donde la demanda de servicios digitales está en constante crecimiento, la optimización se convierte en un factor crítico para mantener la competitividad y la satisfacción del cliente. En resumen, la optimización infraestructural es un componente esencial en la evolución de las redes modernas, permitiendo a las organizaciones adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y a las nuevas tecnologías.