Descripción: La pizza con piña, también conocida como pizza hawaiana, es una controvertida especialidad culinaria que combina lo sagrado con lo inesperado: salsa de tomate, queso, jamón… y piña. Esta combinación de sabores dulces y salados ha dividido amistades, iniciado debates filosóficos en cenas familiares y provocado más guerras digitales que cualquier videojuego competitivo. Sus defensores la describen como una explosión tropical en el paladar; sus detractores, como una abominación gastronómica que desafía las leyes naturales de la pizza. Más allá de la polémica, la pizza con piña representa un enfoque audaz hacia la innovación culinaria, donde el atrevimiento y el caos encuentran un hogar sobre una base de masa horneada.
Historia: Aunque muchos asumen que la pizza con piña nació en Hawái por su nombre, su origen real se remonta a Canadá, en 1962, cuando Sam Panopoulos, un inmigrante griego con espíritu travieso y hambre creativa, decidió ponerle piña a una pizza solo para ver qué pasaba. Lo que ocurrió fue una revolución. Desde entonces, la pizza con piña ha sido amada, odiada, y utilizada como prueba de fuego para medir la tolerancia de la gente a lo diferente.
Usos: Esta pizza se consume principalmente como plato principal y, ocasionalmente, como tema de discusión acalorada en redes sociales. También se utiliza como método infalible para identificar quién en la reunión tiene espíritu aventurero, y quién se queda con la margarita por miedo al cambio.
Ejemplos: Un ejemplo clásico es la pizza hawaiana con jamón y piña en proporciones cuestionablemente generosas. Otro ejemplo más sofisticado puede incluir tocino canadiense, piña caramelizada y una base de salsa barbacoa, para confundir aún más al paladar y a los puristas de la pizza.