Descripción: La planificación de reasignación es un método que permite a los sistemas operativos y a los planificadores de CPU redistribuir recursos de procesamiento según las necesidades actuales de los procesos en ejecución. Este enfoque es fundamental para optimizar el rendimiento del sistema, ya que permite que los procesos más críticos o que requieren más recursos obtengan la atención necesaria en momentos específicos. La planificación de reasignación se basa en la monitorización continua del estado de los procesos y la carga del sistema, lo que permite una asignación dinámica de recursos. Esto contrasta con métodos más estáticos, donde los recursos se asignan de manera fija al inicio de la ejecución de un proceso. Las características principales de la planificación de reasignación incluyen la adaptabilidad, la eficiencia en el uso de recursos y la capacidad de respuesta ante cambios en la carga de trabajo. Este enfoque es especialmente relevante en diversos entornos de computación donde la carga de trabajo puede variar significativamente, como en servidores de aplicaciones, sistemas en tiempo real y entornos de computación en la nube, donde la demanda de recursos puede fluctuar rápidamente. En resumen, la planificación de reasignación es una técnica esencial para garantizar que los sistemas operativos puedan gestionar eficazmente los recursos de CPU, mejorando así el rendimiento general y la experiencia del usuario.
