Descripción: Una plataforma basada en web es una plataforma que se accede y opera a través de un navegador web. Estas plataformas permiten a los usuarios interactuar con aplicaciones y servicios sin necesidad de instalar software adicional en sus dispositivos. Se caracterizan por su accesibilidad, ya que pueden ser utilizadas desde cualquier lugar con conexión a Internet, y su capacidad para actualizarse automáticamente, lo que elimina la necesidad de descargas manuales. Además, suelen ofrecer una interfaz intuitiva y amigable, facilitando la experiencia del usuario. Las plataformas basadas en web son fundamentales en el ecosistema digital actual, ya que permiten la colaboración en tiempo real, el almacenamiento en la nube y el acceso a una amplia gama de servicios, desde redes sociales hasta herramientas de productividad. Su relevancia ha crecido exponencialmente con el auge de la computación en la nube, permitiendo a las empresas y usuarios individuales aprovechar recursos y aplicaciones de manera eficiente y escalable.
Historia: Las plataformas basadas en web comenzaron a ganar popularidad en la década de 1990 con el auge de Internet y la creación de navegadores web. A medida que la tecnología de la web evolucionó, también lo hicieron las capacidades de estas plataformas. En los años 2000, el desarrollo de tecnologías como AJAX permitió la creación de aplicaciones web más interactivas y dinámicas. Con la llegada de la computación en la nube en la década de 2010, las plataformas basadas en web se convirtieron en la norma, permitiendo a los usuarios acceder a aplicaciones y servicios desde cualquier dispositivo conectado a Internet.
Usos: Las plataformas basadas en web se utilizan en una variedad de contextos, incluyendo la educación en línea, donde permiten a los estudiantes acceder a cursos y materiales desde cualquier lugar. También son comunes en el ámbito empresarial, facilitando la colaboración entre equipos a través de herramientas como suites de productividad en la nube. Además, se utilizan en el comercio electrónico, permitiendo a las empresas vender productos y servicios a través de sus sitios web. Otras aplicaciones incluyen redes sociales, gestión de proyectos y servicios de almacenamiento en la nube.
Ejemplos: Ejemplos de plataformas basadas en web incluyen Google Drive, que permite el almacenamiento y la colaboración en documentos; Trello, una herramienta de gestión de proyectos; y Shopify, que facilita la creación de tiendas en línea. También se encuentran plataformas de educación como Coursera y plataformas de redes sociales como Facebook y Twitter.