Descripción: Una política de integridad de datos es un conjunto de reglas y procedimientos diseñados para garantizar la precisión, consistencia y confiabilidad de los datos a lo largo de su ciclo de vida. En el contexto de la tecnología de la información, esta política se vuelve crucial debido a la interconexión de sistemas y la gran cantidad de datos que se generan. La integridad de los datos implica no solo la protección contra la corrupción o pérdida de información, sino también la validación de que los datos son correctos y están actualizados. Esto se logra a través de mecanismos como la autenticación, la encriptación y la auditoría de datos. Una política efectiva debe abordar aspectos como la gestión de accesos, la monitorización de datos y la respuesta ante incidentes, asegurando que cualquier alteración no autorizada sea detectada y mitigada. La implementación de estas políticas es esencial para mantener la confianza en los sistemas, donde la integridad de los datos puede tener implicaciones significativas en la toma de decisiones y en la seguridad general de las infraestructuras conectadas.
