Descripción: Las Políticas de WLM (Workload Management) son un conjunto de directrices que determinan cómo se asignan y gestionan los recursos del sistema entre diferentes cargas de trabajo. Estas políticas permiten a los administradores optimizar el rendimiento del sistema al priorizar tareas y asignar recursos de manera eficiente, asegurando que las aplicaciones críticas reciban la atención necesaria. WLM se basa en la monitorización continua del uso de recursos, lo que permite ajustar dinámicamente la asignación de CPU, memoria y otros recursos según las necesidades de las aplicaciones en ejecución. Esto es especialmente importante en entornos empresariales donde múltiples aplicaciones pueden competir por los mismos recursos, lo que podría llevar a cuellos de botella y a un rendimiento subóptimo. Las políticas pueden ser configuradas para adaptarse a diferentes escenarios, como cargas de trabajo estacionales o picos de demanda, y pueden incluir reglas específicas para la priorización de tareas, límites de recursos y asignaciones de tiempo de CPU. En resumen, las Políticas de WLM son fundamentales para garantizar que los sistemas funcionen de manera eficiente y efectiva, maximizando el uso de recursos y mejorando la experiencia del usuario final.